La noticia lleva ya meses en la prensa, pero no es para menos: el caso Palma Arena es simplemente escandaloso y, aún peor, es paradigmático en nuestro sistema político-económico. Por si hay algún perdido en la historia, se trata de un velódromo en Palma de Mayorca que no sirve como velódromo, aunque su precio se duplicase mientras se construía con aquella intencion. En este momento se encuentran imputados: los políticos responsables y familiares varios, incluido el expresidente Jaume Matas -y su mujer, y su hermano...- ; el ingeniero y los arquitectos elegidos a dedo para sustituir a quien aparentemente es toda una personalidad de la arquitectura y que empezó la obra; el director de la constructora; el jefe de obras...¡y la cosa baja hasta el ex-gerente del in-homologable velódromo! (también en negrita por no discriminar)
Permitidme soltar la lengua y divagar un poco, qué el tema da para una tesis. Para empezar, desde nuestra posición de analistas sociales habrá que buscar la receta de este éxito arquitectónico-político-económico. El cóctel parece ser el siguiente:
Como se podrá comprobar, el sabor final que resulta tiene reflejos de sociedad perdida, alejada de una moral cíviva de mínimos...¡ah! y a corrupción por doquier, claro está.
Permitidme soltar la lengua y divagar un poco, qué el tema da para una tesis. Para empezar, desde nuestra posición de analistas sociales habrá que buscar la receta de este éxito arquitectónico-político-económico. El cóctel parece ser el siguiente:
- mézclese a unos políticos imbuídos del llamado realismo, convencidos de que su fin superior compensa cualquier medio (En su defecto, puede utilizarse políticos sin fin distinto de vivir como Dios -y si puede ayudar a familia y amigos, tanto mejor),
- con unas migajas de partidos con los bolsillos vacios debido a su bulimia de afiliados y a las campañas de masas basadas en publicidad y no en ideas.
- Añadir con enjundia unos ayuntamientos sin ingresos suficientes en comparación con sus funciones.
- un sistema económico basado al 50 por ciento en la construcción especulativa (de la que el 50% vaya en negro)
- con una pizca de una cultura política en la que lo común, el estado, se encuentre en oposición al individuo (2 partes resultado de la no ruptura con un régimen dictatorial que sí que era enemigo, otras 2 partes del neoliberalismo importado desde Chicago). Al agitar esta cultura política conseguiremos una crema de electorado que no dude en seguir dando su apoyo a quienes reincidan en una corrupción que ven "natural" e "inevitable" -en el fondo, porque ellos mismos en las mismas circunstancias también pecarían y porque al pecador, tras confesión, hay que perdonarle.
Como se podrá comprobar, el sabor final que resulta tiene reflejos de sociedad perdida, alejada de una moral cíviva de mínimos...¡ah! y a corrupción por doquier, claro está.
No sé qué sensación os da, pero a mí me parece que los medios intentan reducirlo todo a la discusión partidista, o resumirlo en un "todos son iguales" (según la sombra que les cobije..)Sin embargo, que se trate del PP es hasta cierto punto irrelevante para el caso, salvo por el inconfudible gusto por las pijaditas y horteradas varias que salpican el caso, como la elección de madera de pino siberiano para la obra de un velódromo que, por si no lo he dicho aún, no está homologado para que corran bicis en él. Pero hablamos de algo más profundo; más serio. Hablamos de una crisis de modelo de vida, de valores. Quizás se me tache de exagerado, pero esto me recuerda a aquellos teóricos de Geografía Política que ponían fechas a la caida del los imperios, que veían venir el fin de la hegemonía de "la potencia marítima": de un Estados Unidos de América al que, en cierto sentido, pertenecemos (o pertenecíamos). No sé a vosotros, pero a mí la curiosidad histórica me vence: ¿qué les pasó a aquellos pueblos no sometidos a roma, sino adosados al imperio? ¿qué será de nosotros sin el (odiado y amado) referente?
Supongo que a estas alturas los que lean se preguntarán...¿y qué narices tiene que ver este velódromo inútil y el rollo que acaba de soltar éste con el funcionamiento del sistema económico mundial?... La pregunta casi se podría responder con: ¿Y en qué no tiene que ver? Tenemos unos señores avariciosos que se enriquecen, justificaciones ideológicas o pragmáticas para hacerlo, y, como resultado, un coche que no anda, un velodromo que no "velodromea"; una economía que no satisface las necesidades reales humanas (de todos los seres humanos)..Un ritmo que ,inexonerablemente, acaba metiéndonos (a todos) en una crisis de las que hace historia. Y, ¿en qué no tiene que ver? Quizás la única diferencia es la existencia a nivel nacional de un marco jurídico con el que se les puede pegar en la cabeza a los corruptos (eso, claro, siempre que el juez de turno no sea amiguito íntimo del juzgado)...Pero ¡vaya! eso a nivel internacional le llaman "regulación", y era pecado mortal hace dos dias (según los gurús económicos mundiales a los que, como sabemos, hemos elegido democráticamente no elegir). En este momento quizás conviene recordar que no estamos hablando sólo de líderes, de empresarios y millonarios... Que nos quede claro: no existe poder sin sometido: ni señores sin esclavos, ni burgueses sin proletarios ni corruptos sin robados. Lo decían en una conferencia de ATTAC hace unos días: ¿por qué nos duele más pagar impuestos que esta sangría continua de nuestro dinero?
En cualquier caso, el velódromo finalmente sí que ha servido para correr, pero no en bici, sino sobre los hombros de algún ("presunto") picapleitos que ("pesuntamente") cobra de quienes ("presuntamente") secuestraron dinero de todos. Ha sevido para que se corra delante (y también a ratos detrás) de la justicia con el dinero público en los bolsillos,. ¡Ése sí que es un buen deporte nacional, seguro que inspirado por aquel otro de ver a jóvenes millonarios corriendo en gayumbos tras la pelota!...! ¡Qué expresión de creatividad deportiva la nuestra!....¡Ay! ¡Y que no nos dieran las Olimpiadas, con la de velódromos que podríamos haber tenido que construir...!
Supongo que a estas alturas los que lean se preguntarán...¿y qué narices tiene que ver este velódromo inútil y el rollo que acaba de soltar éste con el funcionamiento del sistema económico mundial?... La pregunta casi se podría responder con: ¿Y en qué no tiene que ver? Tenemos unos señores avariciosos que se enriquecen, justificaciones ideológicas o pragmáticas para hacerlo, y, como resultado, un coche que no anda, un velodromo que no "velodromea"; una economía que no satisface las necesidades reales humanas (de todos los seres humanos)..Un ritmo que ,inexonerablemente, acaba metiéndonos (a todos) en una crisis de las que hace historia. Y, ¿en qué no tiene que ver? Quizás la única diferencia es la existencia a nivel nacional de un marco jurídico con el que se les puede pegar en la cabeza a los corruptos (eso, claro, siempre que el juez de turno no sea amiguito íntimo del juzgado)...Pero ¡vaya! eso a nivel internacional le llaman "regulación", y era pecado mortal hace dos dias (según los gurús económicos mundiales a los que, como sabemos, hemos elegido democráticamente no elegir). En este momento quizás conviene recordar que no estamos hablando sólo de líderes, de empresarios y millonarios... Que nos quede claro: no existe poder sin sometido: ni señores sin esclavos, ni burgueses sin proletarios ni corruptos sin robados. Lo decían en una conferencia de ATTAC hace unos días: ¿por qué nos duele más pagar impuestos que esta sangría continua de nuestro dinero?
En cualquier caso, el velódromo finalmente sí que ha servido para correr, pero no en bici, sino sobre los hombros de algún ("presunto") picapleitos que ("pesuntamente") cobra de quienes ("presuntamente") secuestraron dinero de todos. Ha sevido para que se corra delante (y también a ratos detrás) de la justicia con el dinero público en los bolsillos,. ¡Ése sí que es un buen deporte nacional, seguro que inspirado por aquel otro de ver a jóvenes millonarios corriendo en gayumbos tras la pelota!...! ¡Qué expresión de creatividad deportiva la nuestra!....¡Ay! ¡Y que no nos dieran las Olimpiadas, con la de velódromos que podríamos haber tenido que construir...!
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