Cualquiera que tuviera los ojos y los oidos allí supo lo que había: un buen trabajo en grupo, compañerismo, buena organización, muy buena capacidad para comunicar -sobre todo las emociones, los deseos, los temores, etc
Quizás me faltó algo más de datos, de análisis sobre la situación del país, pero esto lo intentamos nosotros y el resultado fue que robamos al siguiente grupo tiempo, algo por lo que desde aquí pido perdón. Ellos consiguieron abrir el deseo de saber más, mientras nosotros quizás lo colmamos. Una lección a aprender de los compañeros.
Como digo, dieron muchas ganas de ponerse a investigar sobre Brasil, de ver la otra cara de Lula, de entender de donde viene tanta felicidad en las calles con tanto vacío en los estómagos. Es sin duda una cultura muy distinta, y a veces los temas y los razonamientos parecen muy muy lejanos, pero en un mundo globalizado todo está muy cerca, así es que más nos vale hacer por entendernos.
Por otro lado, la creatividad del grupo parece que estuvo al máximo, por lo menos cuando empezaron a hacer entrevistas de verdad, saliéndose del típico trabajo de clase para hacer una investigación empírica. Muy gratamente sorprendente.
martes, 19 de enero de 2010
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