He dejado un tiempo pasar desde aquella clase para comentarla: cierto. Que nadie lo tome como querer evitar pronunciarme sobre algo que, todos sabemos, es polémico. Es sólo que hace falta letargia para poder hacer un buen juicio -o eso dice Roiz Parra de forma bastante convincente.
Pues bien, tras una semana de reflexionarlo: me parece cojonudo. Y por bastantes razones:
Pues bien, tras una semana de reflexionarlo: me parece cojonudo. Y por bastantes razones:
- Rompe la monotonía.¡Aprender, no puede ser aburrido! Debería ser la actividad más estimulante del mundo, pues consiste en conocernos y conocer lo que nos rodea. Claro que requiere un esfuerzo...como cualquier afición, ¿no? A ver si reconocemos de una vez que somos unos privilegiados por poder dedicarnos a esto; así podremos ser agradecidos con quienes lo pagan y se esfuerzan por que exista y mejore. Además, da curiosidad para las siguientes clases. Si no te sorprenden un poquito en este mundo de espectáculo sea con Chi-kung o con un pensamiento renovador...poco se queda en la mente.
- Nos recuerda que lo que hay que aprender/enseñar no es sólo la filosofía de no sé quién y el derecho internacional público de más allá. ¡Hay que aprender a vivir! Y con nuestra respiración vamos a vivir hasta que muramos. De nada sirve ser un alumno de matrícula sin aprender algo más. ¿Que no es la universidad el sitio? ¡ah! ¿Y cuál es? Porque yo me paso la mayor parte de mi día en la facultad... y de hecho ya no hago interpretación por falta de tiempo... Si quieren que haga otras cosas en otros sitios, ¡que reduzcan las clases! y si no, que reconozcan mis necesidades de variedad.
- Unida a la anterior: fue un acto de reconocimiento mutuo como personas. ¡Joder, si todos respiramos! ¡Si estamos cansados! Sí, estamos vivos, aunque a veces queramos pasar como parte del mobiliario. Y somos personas siempre, en todos nuestros roles. ¿Por qué en el académico hay que fingir que no?
- Nos reímos, sentimos verguenza...pero se quedaba allí. Eso genera cierto sentido de la comunidad. Lo contaremos a los amigos, pero no nos verán en posturas tales. Las imagenes de todos inclinados cual marchito girasol no saldrán de ese momento, forzándose la confianza mutua, la igualdad en el rídiculo...o, aún mejor, la igualdad en lo que de puertas para afuera sonaría ridiculo pero que, dentro del grupo, es la normalidad. ¿No llegó un momento es el que lo sentisteis como normal?
- Nos preparó para una clase que estuvo llena de "conocimiento de verdad", como lo llamarían algunos. Estuvimos viendo los mecanismos de flexibilización que el capitalismo ha puesto en marcha en los últimos años, pero no se hizo pesado. No era un sermón, sino una respuesta a una pregunta que se nos había generado (más o menos la pregunta sería: ¿Cómo lo hacen algunas empresas para ganar tanto, derrotar a los competidores y putearnos como trabajadores sin que se note mucho?). Fue la intervención de alguien de la comunidad, no del cura adoctrinador. Además, no se puede mantener la atención sobre una explicación de hora y media. Una de 30 minutos puede ser mucho más útil si realmente encuentra sitio en el foro interno del que escucha. ¡Y ese hueco hay que crearlo!
- Y encima, todas las ventajas propias de una técnica de respiración.
En fin, que estuvo muy bien, aunque en el momento el impacto fue grande, y las miradas de "Dios mio" fueron profundas. Por eso he esperado una semana para valorarlo, para romper con prejuicios. Cuesta salirse de una tradición en la que llevamos desde los 5 años... ¡A ver qué tal hoy!
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